En una medida sin precedentes que pone en alerta a toda la industria petrolera, YPF fue sancionada por los recientes derrames en el yacimiento Bandurria y no podrá avanzar en ningún desarrollo de esta área hasta que la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén lo determine.

El Gobierno provincial decidió suspender la licencia ambiental de la compañía en Bandurria, donde hasta el momento se estaba perforando un único pozo horizontal que fue el que causó los grandes incidentes que tuvieron repercusión nacional a partir de las impactantes imágenes satelitales publicadas por Greeenpeace.

"Se produjo una explosión en la parte inferior del pozo y la salpicadura abarcó hasta 77 hectáreas. Pero lo más grave es que generó un derrame a lo largo de 36 horas que se concentró en una especie de piletón de petróleo de 8 hectáreas, con el riesgo de haber contaminado las napas de agua", explicó a LPO Leonel Mingo, coordinador de campaña de Greenpeace.

El Gobernador Omar Gutiérrez calificó a la sanción como "ejemplificadora" y aseguró que también se está evaluando una importante multa económica que podría llegar a los 28 millones de pesos.

Desde la petrolera estatal informaron que buscarán continuar el diálogo con las autoridades de aplicación y "avanzar rápidamente con los trabajos de remediación", pero fuentes del sector calculan que transcurrirá alrededor de un año hasta que puedan retomar las perforaciones en el lugar.

Por su parte, la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, celebró la medida, pero la consideró insuficiente por no tener implicancias penales. "Contaminar es un delito y hasta ahora no ha tenido respuesta de la Justicia. Nosotros lo hemos denunciado, pero Neuquén mira constantemente para otro lado en todas las problemáticas relacionadas a Vaca Muerta. Parece un territorio sin Estado, donde se aseguró un blindaje penal", indicó a este medio el abogado Enrique Viale.

Los sectores ambientalistas enfatizan que el derrame de YPF no se trata de un caso aislado, sino que es algo característico del sistema de fracking. "No nos gustaría que YPF quede como chivo expiatorio. Esto es una operatoria común que traspola a todas las empresas en todo el mundo. Por ejemplo, hace dos semanas se produjo el derrame más grande de la historia de Chile de los últimos 30 años a la altura de Tierra del Fuego", agregó Mingo.

Las denuncias por derrames que se realizan diariamente se suman al reclamo sindical por la presión constante por bajar costos que aseguran trajo como consecuencia la muerte de cinco trabajadores petroleros en lo que va del año.

"Es un sistema inviable si no fuera por la flexibilización laboral, ambiental y por los enormes subsidios estatales. Hay un ritmo de trabajo frenético y una obsesión para bajar costos. A partir de los convenios firmados con Pereyra, los descansos bajaron significativamente y las consecuencias no tardaron en salir a la luz", subrayó Viale.